Coincidiendo el tema de esta semana con el máximo apogeo de los campos de lavanda, era casi obligatorio peregrinar y tomar allí la fotografía.
Tenía claro lo que quería pero, como pasa algunas veces, fue moviéndome y probando otros encuadres como conseguí esta imagen, que me enamoró al instante. De todas las fotografías que hice ese día, ésta es una de mis favoritas. Claro que, teniendo las modelos que tuve, era imposible no volver a casa con la tarjeta llena de belleza <3 No dejéis de ver las maravillas que han creado el resto de artistas participantes, recogidas en el álbum que podéis ver si pincháis AQUÍ. Disfrutadlas!
0 Comments
Cuando el alma pide campo, mis maltrechas vértebras pueden decir lo que quieran, que no las escucho. Por eso, aprovechando este fin de semana largo, ayer cogimos el coche y huimos de la siempre masificada sierra madrileña para encontrar caminos vacíos y tranquilos en tierras alcarreñas. Empezamos en Retiendas para visitar el Monasterio de Bonaval. Los que conocéis mi debilidad por los lugares abandonados podréis imaginar cuánto me gustó :) Lacara triste de la visita fue descubrir que numerosos vecinos y amantes de esta construcción histórica llevan tiempo luchando, en vano, por salvar el monasterio de un derrumbe inminente. Mario Neta y yo no pudimos dejar de unirnos a ese #SOSBonaval . Sólo por comer disfrutando del sonido del Jarama entre las piedras y sin gente alrededor, valió la pena ir hasta allí :) De Retiendas salimos rumbo a Brihuega y paramos en Humanes, Torre del Burgo, Jadraque y en uno de tantos campos de girasoles que pueblan la región. Fue únicamente para ellos para quienes saqué la réflex y alimenté un poco más mis contracturas. Pero valían tanto la pena... Para el resto, el móvil tuvo que hacer el trabajo y, aunque es mejorable, no se portó mal del todo. A pesar de la kilometrada, el día estaba gustándome mucho y quedaba la guinda del pastel: los campos de lavanda de Brihuega!
Al llegar allí nos encontramos con decenas de todoterrenos atravesando los campos y pensamos "pues sí que hay frikis de las flores, sí". La ilusión, y la tontería, nos duró hasta que descubrimos que toda esa gente tenía un interés por las lavandas tendiendo a menos infinito y que lo que les había reunido allí como a buitres era, precisamente, el olor de la muerte. Elegimos, con el tino que me caracteriza, el día del descomunal encierro por el monte que parece ser que es Fiesta de Interés Turístico Regional desde no sé qué infame año. Así que el lugar mágico y de ensueño que esperaba encontrar resultó ser una pesadilla. Metí tercera por aquellos caminos, levantando una polvareda que espero que cegara a aquella panda de salvajes, y nos fuimos de allí para no volver. Habrá que buscar otros campos, porque hay nuevo lugar en mi lista de boicoteados por apoyo al maltrato animal. Como veis, el día tuvo dos caras. Intentaremos quedarnos con la más bonita ;) |
Categorías
All
|