"The Shampoo" , así se llama por el poema de Elizabeth Bishop, artista a la que no conocía y he descubierto buscando un texto que pudiese describir, en condiciones, lo que quería contar con la fotografía de esta semana. The shooting stars in your black hair in bright formation are flocking where, so straight, so soon? -- Come, let me wash it in this big tin basin, battered and shiny like the moon. Pasad a ver las fotos del resto de compañeros de reto, como siempre, aquí.
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Dándole vueltas al concepto de esta semana, me di cuenta de que las sombras tienen un simbolismo doble y opuesto. Por el lado objetivo, las sombras son los que proyectamos, es decir, una imagen de nosotros mismos, que varía un poco según el ángulo desde el que se nos mira pero que, en definitiva, son lo que se ve de nosotros. Pero, por otro lado, las sombras son lo oculto, lo que no se muestra, lo que habita en las profundidades y sólo la luz revela. Tenía dos ideas para la fotografía de esta semana pero al final me he decantado por la segunda interpretación. Somos algo más que humanos, somos animales, somos parte del complejísimo sistema que es la biosfera. Somos naturaleza. En esta fotografía he querido mostrar que lo que nos sustenta, nuestra columna vertebral, no es más que un tronco y sus ramas, es el soporte de una vida tan valiosa como cualquier otra. Venimos de la tierra y volveremos a ella, no intentemos negar que somos tierra. Para "Mis ramas" me ha dejado su espalda Chus, que ya era hora de que apareciese en este reto. ;) Y me ha inspirado muchísimo el poema "Ser como el árbol", de Julio Migno. Ser como el árbol, brazo de gigante hacia el cielo, buscando abajo nutritiva arteria; una mano buscando la primicia de la primera estrella, la fuente de la vida, esperanza y belleza. Ser como el árbol quiero, y como el árbol concretar el ideal de la existencia: flores, frutas y sombras al romero, y para trino y ave, mano abierta. Un manto de esmeralda cubrirá tu ramaje, y lleno de tibieza me poblaré de nidos y de acentos -columna melodiosa entre la selva-; proclama al sol el trino dedicado, por la noche, bengala de luciérnagas, buscando siempre el cauce de la vida, al viento en su lenguaje de banderas, reproduciendo en la agonía la eterna primavera. Si carcomido y viejo me quedará una grieta donde dejen su carga de oro y mieles mis líricas hermanas las abejas. Derrumbadas mis ramas han de cantar en ellas calandrias y boyeros que en mi agonía colgarán sus tiendas. Tendré un responso en el ocaso con mensaje de luz en la tiniebla. he de dar flores a mi propia tumba mientras me llore un pájaro en la selva. Ser como el árbol: útil en la muerte y cumpliendo mi fin sobre la tierra. Para el ángel que muera, cuando caiga que labren un cajón con mi madera. De mi ramaje altivo y solitario, de lo que quede, cuando ya no sea, que enciendan fuego y con el humo envíen un mensaje de luz a las estrellas. Podéis ver los trabajos del resto de compis, como siempre, aquí. El tema de esta semana me costó un par de días de darle vueltas, hasta que recordé, una vez más, a la inconmensurable Anfonsina Storni. Su poema " Tú me quieres blanca" ha inspirado mi fotografía, a la que he titulado igual. Tú me quieres alba, Me quieres de espumas, Me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada Ni un rayo de luna Filtrado me haya. Ni una margarita Se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, Tú me quieres blanca, Tú me quieres alba. Tú que hubiste todas Las copas a mano, De frutos y mieles Los labios morados. Tú que en el banquete Cubierto de pámpanos Dejaste las carnes Festejando a Baco. Tú que en los jardines Negros del Engaño Vestido de rojo Corriste al Estrago. Tú que el esqueleto Conservas intacto No sé todavía Por cuáles milagros, Me pretendes blanca (Dios te lo perdone), Me pretendes casta (Dios te lo perdone), ¡Me pretendes alba! Huye hacia los bosques, Vete a la montaña; Límpiate la boca; Vive en las cabañas; Toca con las manos La tierra mojada; Alimenta el cuerpo Con raíz amarga; Bebe de las rocas; Duerme sobre escarcha; Renueva tejidos Con salitre y agua; Habla con los pájaros Y lévate al alba. Y cuando las carnes Te sean tornadas, Y cuando hayas puesto En ellas el alma Que por las alcobas Se quedó enredada, Entonces, buen hombre, Preténdeme blanca, Preténdeme nívea, Preténdeme casta. En este claso, el blanco representa la pureza, la castidad, la inocencia. El blanco es la virtud que el hombre desea en la mujer y que, sin embargo, no cultiva para sí mismo. Este poema es una expresión más del incorformismo ante el machismo y los estereotipos de su época, algunos aún tristemente vigentes. Por eso pensé en la máxima expresión de la pureza, la novia vestida de blanco, casta y virginal. Y por eso, bajo el velo, tiene la boca manchada de sangre, simbolizando todo lo carnal, lo sucio, lo pecaminoso.
Podéis ver las obras del resto de compañeros de reto si pincháis aquí ;) ![]() Quizá porque la siento más natural, casi innata, la poesía me afecta siempre. Es algo que no me pasa con la prosa, habiendo novelas que me han dejado absolutamente indiferente. Pero no la poesía. La poesía siempre me toca. Y, por encima de todos, Alfonsina. Ella me revuelve, me agita, me despeina.
No importa qué poema, desde el más oscuro al más reivindicativo, pasando por el amor loco y por los dedicados a las cosas más triviales. Ella tenía algo que convertía en bello todo concepto. En bello y en mío. Me gusta pensar que comparto con ella una infinitesimal parte de ese don de magnificar la belleza que hay en lo cotidiano, en lo inadvertido, de forma que alguien más pueda verla también a través de mis fotografías. Este proyecto me mata de ganas e ilusión tanto como de miedo. Quiero que sea un homenaje que represente lo que la obra de Storni me ha hecho sentir y ver con esos ojos invisibles que todos tenemos dentro. Quiero que os llegue un poquito de eso a los que queráis seguirme en esta andadura. Si lo consigo, habrá valido la pena. Si no, no podrán decir que no lo intenté. Alfonsina era un alma desnuda en sus versos. Yo quiero desnudarme con ella. |
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