"Soy mi lienzo".
Ojalá pudiese ser yo misma quien escribiese mi biografía en mi piel, un poquito cada noche, a modo de diario. Me conformaré con dejarle a otros la tinta y limitarme a dictarles los episodios más importantes. Ved todos los trabajos aquí.
0 Comments
Esta semana pasada arrancó el nuevo proyecto fotográfico colaborativo propuesto por Fátima Ruiz. Se trata de un 52 semanas que me viene como agua de mayo, porque me estaba dispersando mucho y necesitaba cierta disciplina y, para eso, nada mejor que un reto! Tenéis toda la info en el vídeo de aquí arriba, de la mano de la propia Fátima ;) Si pincháis aquí, llegaréis a su blog, donde nos muestra su fotografía para esta semana y una selección de entre las obras del resto de participantes. No dejéis de hacerlo, hay mucho mucho arte! El tema propuesto para inaugurar el reto era "Lugar" y yo creé la fotografía "41°04'44.0"N 3°26'27.6"W". El título marca geográficamente esa pequeña senda, en los montes que rodean la Hiruela, en la que pasé las primaveras más felices de mi vida. Yo, bióloga de formación y vocación ( y apenas nada de profesión), tengo mis mejores recuerdos ubicados en ese robledal. Durante varios años, trabajé como técnico de campo con dos personas increíbles, durante toda la temporada de cría del papamoscas cerrojillo ( Ficedula hypoleuca). Por una serie de castastróficas desdichas, de esas que sufrimos en mayor o menor medida todos los científicos de este país, aquí acabó mi relación con la biología a nivel profesional. Sin embargo, o quizá por ello, aquellos meses de trabajo en el campo, donde decir de sol a sol se queda literalmente corto, malcomiendo, maldurmiendo, malduchándote, aislada y rodeada de pájaros y de amantes de ellos, fueron los mejores de mi vida. Me invade, cuando lo recuerdo, una nostalgia feliz como de la que hablaba Nothomb. Me ha costado años y distancia convertir en eso la melancolía, lo reconozco, pero ahora puedo regodearme en aquella experiencia sin despreciar mi vida actual. He de confesar, además, que soy muy fetichista y que, cuando algo muy importante para mí desaparece de mi vida, necesito llevar algo suyo conmigo. Por eso me tatué un trocito de paraíso, la representación de aquellos días felices, libres y salvajes. Esta entrada ha quedado mucho más personal de lo que acostumbro a escribir pero era la única manera de explicar el por qué de esta fotografía, de por qué ese lugar forma parte de mí y cómo yo espero ser, por poquito que sea, parte de él. |
Categorías
All
|