Hambre

Tengo hambre y no sé de qué. Y mientras pienso qué es lo que realmente quiero devorar, mi hambre se hace fuerte y yo me debilito.

Y eso, breve y metafóricamente, es lo que me pasa. Debo estar en medio de una de esas revoluciones o crisis creativas de las que hablan los artistas. O quizá estoy naciendo a la creatividad, a saber.

En todos mis años tras la cámara, principalmente me he dedicado a observar y disparar. A parar el tiempo, como siempre dije. Quizá he desvirtuado un poquito la realidad para hacerla todo lo bonita que podía ser, pero nada más allá.  Todo mi trabajo anterior podría considerarse fotoperiodístico en ese sentido, en el de la no intervención. Puede que la fotografía de recién nacidos haya sido la única excepción a medias, al pensar antes qué escenarios quería crear, qué atrezzo elegir, qué frikismo dejar caer...  Y las locuras con Chus, claro!!! Pero poco más. 

Por otra parte, los últimos meses han estado llenísimos de trabajos. No porque hayan sido muchos, sino porque dispongo de un tiempo muy limitado para dedicarme a la fotografía. No quiero decir con ello que no los haya disfrutado, sobre todo los que he hecho en momentos muy especiales para gente muy querida, todo lo contrario! Ha sido un placer y un honor ser quien les haya regalado los recuerdos. Pero eso se ha llevado todo mi tiempo y no he podido fotografiar para mí.


​A cuenta de todo ésto, terminé el 2015 bastante deprimida, agobiada y frustrada. Mi cuaderno de ideas estaba lleno pero mi contador de energía estaba vacío. Y cuando no tengo energía tengo aún menos autoestima y confianza en mí misma, no me veo capaz de intentar absolutamente nada, me paralizo y no puedo salir del bucle de inactividad.  
Me propuse empezar el 2016, como mínimo, dejando de regodearme en mi deprimente lodazal. Decidí, no sólo a nivel fotográfico, decir que no de vez en cuando y  decir que sí siempre a lo que me haga feliz. Y empecé a leer y ver conferencias como loca. Defínete. Potencia tu creatividad. Lánzate. Haz. Comparte. Encuéntrate.  Y ahí estoy.  No he conseguido aún definirme pero sé que hay cosas que me apetece hacer. Cuando las haga sabré si son lo que quería hacer o no, así que auguro un largo camino de prueba-error :)  
Las imágenes que ilustran esta entrada son las primeras que he hecho este año para mí, verdaderamente para mí. No son buenas por muchas razones: la nieve fue una sorpresa, los botes de humo de colores tuvieron vida propia, no había quitado un protector oculto del objetivo y no hay ni una foto nítida... en definitiva, una serie de catastróficas desdichas. Pero también son buenísimas para mí por muchas razones: las hice para mí, me lo pasé en grande haciéndolas, creé mi primera y sencillísima composición con Photoshop y no me quise arrancar los ojos... en definitiva, fui firme con mi propósito.

No tengo ni idea de hacia dónde voy a encaminarme, pero pienso seguir andando aunque me sangren los pies.

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